sábado, 15 de agosto de 2015

Tres candidatos hacia la recta final

Las elecciones PASO despejaron algunas incógnitas y generaron otras. La primera evidencia es que han quedado tres candidatos con chances ciertas de ocupar el sillón de Rivadavia. A continuación, se reseñan sus fortalezas y debilidades.

- Daniel Scioli
Fortalezas: Lo más evidente es que fue un claro ganador que aventajó a Cambiemos por 8 puntos y a UNA por 18. No es poco: el 38.4% obtenido se acerca al mágico 40% que lo coronaría. Otra ventaja ostensible es que su triunfo abarca a 20 provincias.
Debilidades: Aunque el resultado obtenido es en sí mismo importante, quizás sea inferior al esperado. Especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde tampoco alcanzó los 40 puntos. Pero su problema fundamental no es su posición de partida sino su proyección de llegada. Es decir, el inasible pero no menos sólido techo electoral. Como ya ocurriera en otras ocasiones, la kirchnerización a la que lo arrastra el entramado estructural que integra, siempre resulta un arma de doble filo. Como antes, el Gobernador sigue prisionero de su propio dilema entre kirchnerización e independencia; tensión que no parece fácil de resolver solo apelando al galimatías de la continuidad con cambio. Por último, un problema que no es menor: el triunfo de Aníbal Fernández como candidato a gobernador del FpV puede representar una pesada mochila capaz de comprometer el anhelado triunfo. 

- Mauricio Macri
Fortalezas: Su fuerza electoral obtuvo 30 puntos, lo que constituye un sólido punto de partida. Aunque no logró la polarización anunciada, su ventaja sobre UNA resulta apreciable. Pero quizás su mayor activo es haber podido establecer una sólida cabecera de playa en el impenetrable conurbano, lo que le permitió obtener un importante caudal electoral en el distrito de mayor peso y -fundamentalmente- relativizar ese viejo axioma que prescribe la inexpugnabilidad del aparato. Al respecto, el excelente desempeño e imagen de María Eugenia Vidal, bien podría erigirse como emblema del triunfo de la civilización republicana por sobre la barbarie de algunos aguerridos barones 
Debilidades: La distancia respecto del FpV no es poca. Y la ventaja sobre UNA no es suficiente. Jaqueado desde ambos lados, Cambiemos debe desarrollar una clara estrategia para hacer diferencia. Para que el electorado opositor avance hacia la ansiada polarización derivada del voto útil, quizás sería necesario elaborar una estrategia más sustantiva que declamatoria. Pero esto parece ajeno al ideario de campaña del PRO, más orientado a empatizar con el ciudadano que convencerlo con argumentos. Por último, cabe señalar que aunque el desempeño bonaerense superó lo esperado, en el resto del país ocurrió lo contario (salvo en Mendoza)

- Sergio Massa
Fortalezas: Su principal activo es haber integrado una fuerza que, al superar los 20 puntos, confirmó que los vaticinios de polarización eran básicamente una exageración propiciada por los analistas y usufructuada por los adversarios (¡o al revés!). Aunque parta de una desventaja relativa, Sergio Massa ha recuperado el oxígeno necesario como para afrontar el último tramo aspirando a ganador. A su favor cuenta el hecho de haber esbozado un posicionamiento de candidato propositivo, lo que contrasta ostensiblemente con los discursos de sus antagonistas, que parecen privilegiar la forma sobre el contenido.
Debilidades: El tigrense parte de una desventaja electoral que lo obliga a definir una estrategia ofensiva. Para ello está obligado a demostrar no solo su carácter opositor del kirchnerismo, sino que su propuesta del ‘cambio justo’ resulta superadora del ‘cambio marketinero’, que le adscribe a Cambiemos. Sin duda, no resultará fácil convencer a un electorado opositor cuya avidez de destronar el kirchnerismo lo hace proclive a consumir fórmulas más simples y efectistas (como la de la polarización), cuyos adversarios se encargarán de exacerbar.
Una reflexión final: Los análisis individuales que anteceden no excluyen uno más estructural. Ciertamente el escenario electoral que viene puede pensarse en términos de disyunciones. Así, para que la oposición resuelva a su favor la confrontación principal respecto del oficialismo, debe a su vez resolver su propia tensión entre cooperar o competir al interior de su espacio. Al respecto, algunas voces vuelven a insistir en la necesidad de algún género de acuerdo entre Massa y Macri, acaso sin advertir sobre lo extemporáneo de tal posibilidad. Como en las tragedias griegas, los hombres suelen quedar prisioneros de las mismas estructuras que contribuyeron a engendrar. Y eso (Homero & Sófocles dixit) ya ha determinado el destino trágico que inexorablemente ha de advenir. Sea por la intransigencia de ‘Lilita’ Carrió, por una ancestral soberbia de Mauricio Macri o por la inconcebible sujeción de éste a los caprichos del gurú maquiavélico; lo cierto es que el tiempo de la cooperación opositora ya pasó. De modo que, en lo que viene, cada uno (incluyendo a Daniel) parece ‘condenado’ a ser artífice y responsable de su propio juego.
http://www.cronista.com/columnistas/Tres-candidatos-hacia-la-recta-final-20150811-0052.html