sábado, 17 de enero de 2015

Verdades y mentiras

El fiscal Alberto Nisman denunció a la presidente Cristina Kirchner, al canciller Héctor Timeman y a otros dirigentes políticos, a quienes acusó del presunto delito de encubrimiento del atentado a la AMIA. Nisman manifestó tener pruebas suficientes que avalarían la conformación de una asociación ilícita que, a modo de embajada paralela, habría permitido dicho encubrimiento.
El canciller Héctor Timerman, a través de un comunicado, sostuvo que las acusaciones del fiscal Nisman son sólo mentiras. Mañana continuará el segundo acto en el Congreso Nacional. Allí Nisman deberá ampliar sus dichos frente a la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados. A tenor de lo anticipado, se supone que el fiscal aportará mayores precisiones. Por su parte, el oficialismo promete asistir “con los tapones de punta” para desenmascarar lo que no sería más que una gran patraña orquestada contra el Gobierno.
Sin duda, se trata de un tema político y jurídico cuyas derivaciones impactan sobre la opinión pública. La política y la Justicia tienen reglas y tiempos que suelen ser incompatibles. Además, resultan extrañas a la opinión ciudadana, siempre propensa a la sospecha y al descreimiento general. Como ya ha ocurrido con otros temas, es probable que la ciudadanía termine escéptica respecto del esclarecimiento de las denuncias del fiscal Nisman. Sucede que el hecho aparece con todos los ingredientes que alimentan las hipótesis conspirativas que nunca terminan de comprobarse. En efecto, un fiscal afirma haber realizado escuchas en las que colaboraron agentes de inteligencia, donde se evidenciarían oscuras maniobras de un gobierno. Pero ese mismo gobierno niega los hechos, mientras denuncia la oscura intencionalidad política del denunciante. Además, se siembran sospechas sobre el rol actual de aquel agente de inteligencia. Así como en las películas de espionaje, la lógica de la verdad y la mentira entramadas en inteligencias y contrainteligencias cuasi inescrutables termina resultando el mejor alimento para una narrativa conspirativa de final incierto.
La paranoia es la certeza de que alguien tiene la intención de dañarnos, aunque no exista en la realidad. No obstante, el psiquiatra escocés Ronald Laing advirtió lúcidamente que aunque existe una palabra para referir al temor ante falsos perseguidores, no existe otra equivalente referida a perseguidores verdaderos. El problema es que a veces resulta difícil discernir cuál es el caso. Análogamente, la idea de un poder oculto donde se elucubran y realizan planes maquiavélicos y tenebrosos puede ser verdadera o falsa. Lástima que los ciudadanos nunca terminan de conocer con certeza cuál es el real alcance de la verdad y la mentira.
*Director de González Valladares Consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/Verdades-y-mentiras-20150117-0095.html

sábado, 10 de enero de 2015

Matrimonio por conveniencia

Con su visita a un evento del Grupo Clarín, el gobernador Daniel Scioli fue adonde el fundamentalismo kirchnerista considera que no debe ir. Eso volvió a poner de manifiesto lo que ya se sabe: el bonaerense es un candidato no deseado por Cristina Kirchner. Desde el oficialismo, la acusación es simple: Scioli es un impostor y, por ende, no expresa la pureza del modelo. Pero como en las cuestiones del poder las convicciones ceden ante el pragmatismo, mientras no haya un candidato propio con chances reales, la candidatura del gobernador seguirá sosteniéndose por conveniencia.
Desde el punto de vista de Daniel Scioli, ¿tenía derecho a asistir a un evento cultural que forma parte de la agenda turística dentro de una provincia que gobierna? Ciertamente, sí.
Pero lo que resulta incoherente es insistir en que se forma parte de un proyecto cuya identidad se define por su enfrentamiento con enemigos construidos, de lo cual se desprende que hay actos que no deberían consumarse. Como el niño que argumenta “tocar el aire” como coartada para disimular su evidente intención de molestar a otro, Scioli insiste en hacerse el distraído ante lo que todos saben.
La secuencia no es más que un nuevo acto que ya suena a déjà-vu. O quizás, recordando a Nietzsche, a eterno retorno.
Sin embargo, muchos analistas de la política especulan como si se tratara de un hecho original. O como si resultara de una trama secreta cuyo carácter habría que revelar. Entonces se ensayan las mismas conjeturas de siempre: que Cristina Kirchner no termina de bendecir a Scioli por el síndrome del pato rengo; que sólo son fuegos de artificio para condicionarlo; que son los chisporroteos de la interna peronista, entre muchas otras elucubraciones.
Psicología del poder. Como la interpretación política es al fin un entramado de conjeturas, aquí bosquejaremos una de corte psicológico. La tesis es simple: Cristina Kirchner desprecia a Daniel Scioli. Por lo tanto, horadar sus chances es un fin tan estratégico como su propia supervivencia política. El problema es que ambos fines parecen contradictorios.
Sin embargo, para desgracia de la Presidenta, hay algo más: durante la década kirchnerista, Cristina fue banca y Scioli punto. Si Scioli fuera presidente, esa ecuación se invertiría. Corolario: si Cristina quiere preservar alguna cuota de poder futuro, entonces Scioli no debería ser su candidato. Su problema real es que ninguno de sus preferidos asoma con chances serias.
Aunque parezca que es Daniel Scioli quien está atrapado en un dilema, quizás tanto él como la Presidenta hayan quedado prisioneros de la espuria sociedad que supieron conseguir.
*Director de González Valladares Consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/Matrimonio--por-conveniencia-20150110-0090.html


sábado, 3 de enero de 2015

Cuatro candidatos con chances en 2015

Las últimas encuestas indican que existen tres candidatos con chances firmes: Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri. Pero no habría que descartar a Florencio Randazzo. En cambio, aun cuando existan otras candidaturas de carácter formal, hoy sus chances resultan bajas.
A continuación, se analizan las realidades y potencialidades de los cuatro candidatos con chances ciertas.
Daniel Scioli: El gobernador arranca con 27% de intención de voto, lo cual le permitiría ingresar en un ballottage. Pero sus problemas están antes y después de las elecciones generales. En efecto, si Cristina Kirchner se decidiera por Randazzo y el kirchnerismo acompañara, la suerte de Daniel Scioli estaría comprometida. Además, aunque sorteara las PASO y luego avanzara al ballottage, podría finalmente perder contra el candidato opositor.
Sergio Massa: Arranca con 29%, que lo ubica en primer lugar. Su principal mérito en 2014 fue mantenerse competitivo sin la marquesina ni los recursos que confiere la gestión. Pero también ha acumulado dudas. Su principal desafío será demostrar que realmente es capaz de desarrollar un proyecto de país  que trasciende al actual, ante un electorado escéptico que insiste en percibir toques de déjà vu con el universo K. Aun a pesar de ese estigma, Massa es quien aparece con mayores probabilidades de superar al oficialismo en un ballotage.
Mauricio Macri: el líder del PRO arranca con 21%. Sus chances son proporcionales al desencanto de la sociedad con el peronismo y sus variantes. Su mayor logro en 2014 fue levantar el techo ideológico que tornaba inviable su candidatura. Pero aunque las razones negativas se hayan diluido, eso no basta. Especialmente en el conurbano bonaerense, donde el estilo PRO aún suena como música extraña. Quizás la insistencia en referirse a “la gente” en contraposición a “el pueblo” sea tanto su fortaleza como su debilidad.
Florencio Randazzo: su principal fortaleza es su fama de hacedor. En un país abrumado por la discusión estéril y los negociados fáciles, el ministro del Interior y Transporte supo hacer una diferencia. DNI, pasaportes y trenes son logros reconocidos por muchos argentinos. Quizás el problema de Randazzo sea que la ciudadanía lo percibe como demasiado K; mientras que dentro del universo K parece que no terminara de convencer a alguien.
A cada uno le faltan aún definiciones importantes en materia de alianzas, apoyos, vices, etc. Sería una lástima que esos menesteres les restaran energías para concentrarse en los programas de gobierno que demanda el país.
Director de González y Valladares consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/Cuatro-candidatos--con-chances-en-2015-20150103-0079.html