domingo, 25 de agosto de 2013

Balance de UNEN

Las PASO dejaron algunos resultados incontrovertibles. Una lista asistemática incluiría la irrupción de Sergio Massa como líder emergente, el marcado retroceso del oficialismo a escala nacional y la irrupción del Frente UNEN como fuerza competitiva en la Ciudad de Buenos Aires. 
El importante resultado obtenido por la coalición, tanto en la elección de senadores como de diputados, justificó una serie de elogios a la estrategia de instaurar un frente que, al inicio, generó muchas dudas y marcado escepticismo sobre su continuidad. 
Esos elogios destacaron diferentes aspectos de esta nueva alquimia electoral que se presentaba a sí misma como una alternativa de poder real. Se sostuvo, por ejemplo, que UNEN fue una de las pocas fuerzas que supo capitalizar el sentido de las primarias. Se destacó, además, que la estrategia de unidad fue una cabal respuesta a las demandas de la ciudadanía expresadas en las multitudinarias marchas del 19S y el 8N. Por último, se insistió en la necesidad de un abroquelamiento común (v. g., la alianza entre Solanas y Carrió) para enfrentar uno de los males endémicos que padece el país: la corrupción.
Resuelto de modo satisfactorio el primer test electoral, la pregunta obligada era y continúa siendo: ¿Cuán sumables serán en definitiva votos provenientes de afinidades ideológicas en principio disímiles que coexisten en tan vasto espacio? O, más específicamente, ¿quienes votaron por Prat Gay y por Terragno en agosto se volcarán hacia Pino en octubre?; y quienes lo hicieron por Lousteau o por Gil Lavedra ¿votarán ahora a Elisa Carrió?
Los resultados de la primera encuesta donde se procede a responder ese interrogante evidencian que, efectivamente, podría existir un efecto aditivo importante, aunque también es cierto que se avizoran fugas tal vez compresibles.
Con todo, el resultado ubica a UNEN como una fuerza capaz de relegar a los candidatos del Frente para la Victoria a un incómodo tercer lugar, tanto en Diputados como en Senadores. 
Entre aquellos que votaron por Prat-Gay en las primarias existe una mayor predisposición a votar ahora por Michetti; mientras que entre los votantes de Terragno, aunque en menor medida, también se produce una fuga (ver cuadro superior). En cuanto a la elección de diputados, el potencial desempeño de UNEN parece más promisorio. Carrió se ubica primera y relega a Bergman a un segundo puesto. Aquí también el cruce de información aporta valor: sólo el 42,5% de los votantes de Gil Lavedra votarían por Carrió, mientras que un 35% elegiría a Michetti. 
A juzgar por lo visto hasta ahora, UNEN comporta una ingeniería electoral novedosa y competitiva. Adicionalmente, una vez más se pone de manifiesto que la verdad sobre los determinantes del voto parece estar a mitad de camino entre lo que prescribe el análisis político en términos de purismos ideológicos y lo que expresa la ciudadanía donde, además de ideologías, se conjugan multiplicidad de factores como la personalidad del candidato, los valores que encarna, su potencial de vencer a otros, su dimensión ética, etc. 
Quizás lo anterior termine explicando entonces por qué UNEN puede desplazar al Frente para la Victoria, por qué Carrió se perfila como favorita y por qué a Pino le basta para superar a Filmus pero no le alcanza para destronar a Michetti. Al menos hoy.
* Director de Federico González y Cecilia Valladares Consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/Balance-de-UNEN-20130825-0028.html

domingo, 18 de agosto de 2013

Razones y estrategias de ganadores y perdedores

Mientras los ecos de las PASO van quedando atrás, la carrera hacia octubre ya ha comenzado a esbozar tendencias.
En la provincia de Buenos Aires, los primeros sondeos parecen revelar que la brecha entre Sergio Massa y Martín Insaurralde se agranda a favor del primero, quien estaría orillando los 40 puntos de intención, superando por 10 al candidato oficialista, cuya intención permanece inamovible sin poder sortear un virtual techo de 30 puntos.

jueves, 15 de agosto de 2013

Encuestas pre Primarias: qué consultoras “la pegaron” y cuáles no acertaron

Los consultores González y Valladares se consagraron como los que más cerca estuvieron de los resultados oficiales en la provincia de Buenos Aires, mientras que Management & Fit (Senado) y Poliarquía (Diputados) fueron las de mejor desempeño en Capital Federal.

martes, 13 de agosto de 2013

Los pronósticos que publicó PERFIL fueron los más cercanos a los resultados

El último estudio de MGMR, Federico González y Cecilia Valladares para Perfil.com arrojaba una diferencia entre Massa e Insaurralde de 5,1 puntos. Ganadores y perdedores.

Aciertos y errores en los encuestadores

La mayoría anticipó el triunfo de Massa, aunque no la cifra; diferencias en Capital.


No la tuvieron fácil los encuestadores en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) que se disputaron anteayer.

lunes, 12 de agosto de 2013

¿Nace un nuevo liderazgo?

A pesar de las reservas de siempre, una vez más las encuestas se revelaron pródigas en la predicción de lo que ocurrió.
Tal como se vaticinaba, Sergio Massa se ungió como claro ganador de la contienda electoral del principal distrito del país. Tal como también se predijo, una diferencia de 5 o 6 puntos bastó para determinar un ganador incuestionable, aunque resultó insuficiente a efectos de determinar un giro contundente en el liderazgo de nivel nacional.

Y dónde estás tú, famoso gurú

Massa se impuso por casi 5,5 puntos sobre Insaurralde, el candidato del oficialismo. En la Ciudad, el frente UNEN lideró el escrutinio, si se suman todas las listas de esa alianza. Qué dijeron los sondeos en la última semana.

Perfil con el sondeo más exacto en la PASO para Diputados bonaerenses

Diario sobre Diarios presenta, como cada lunes posterior a una elección, un análisis sobre las encuestas publicadas por los matutinos porteños en las semanas previas a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Cuáles fueron las más certeras y cuáles las que más se distanciaron del resultado final. Cómo le fue a las empresas en cada uno de los dos distritos.

domingo, 4 de agosto de 2013

De victoria cómoda a final incierto

Desde el comienzo de la campaña, las encuestas coinciden en que Sergio Massa arrancó con una diferencia que parecía preanunciar una cómoda victoria sobre el oficialismo, pero luego la brecha fue reduciéndose hasta arribar hoy a una ventaja modesta que sugiere un final reñido.

De victoria cómoda a final incierto

Desde el comienzo de la campaña, las encuestas coinciden en que Sergio Massa arrancó con una diferencia que parecía preanunciar una cómoda victoria sobre el oficialismo, pero luego la brecha fue reduciéndose hasta arribar hoy a una ventaja modesta que sugiere un final reñido.
Considerar las encuestas como conjeturas razonables antes que verdades empíricas incontrovertibles justifica analizar la evolución del proceso electoral.
Comprender el achicamiento de aquella brecha comporta explicar dos factores concurrentes. Por un lado, resulta bastante evidente que, luego de un arranque deslucido, la intención de votar a Martín Insaurralde creció alrededor de 5 puntos; tanto como que la intención de votar a Massa fue menguando unos 3 puntos, luego de irrumpir con guarismos que parecían presagiar un aluvión de votos.
Explicar el crecimiento de Insaurralde semeja una tarea sencilla. El candidato emergió desde una zona de virtual desconocimiento. Se hizo más conocido, tanto en su figura como en su encarnación como candidato de Cristina. A esto también contribuyó la decidida actitud de apoyo dispensada por Daniel Scioli, que permitió mostrar un Frente para la Victoria sin fisuras. En cambio, no resulta tan simple explicar la evolución del desempeño de Sergio Massa. La parsimonia explicativa justifica invocar factores diversos, para conjeturar sobre su peso relativo.
En primer lugar, habría que considerar un posible votante confuso que, prematuramente, creyó que Sergio Massa era el candidato oficialista para, finalmente, subsanar el error. A mi juicio, de haber existido, ese factor habría tenido un peso magro.
En segundo lugar, cabría considerar el argumento político-ideológico subyacente a la estrategia que habría adoptado Massa. Conforme a esto, Massa habría deliberadamente adoptado una campaña políticamente aséptica, pensando que eso le permitiría transitar por un centro amplio para, así, ganar tanto a los votantes opositores como a aquellos que, a pesar de sus reservas, consideran que el Gobierno ha obtenido logros significativos.
La prescripción táctica de dicha estrategia implicaría no confrontar aguerridamente con el oficialismo y no realizar definiciones sobre temas álgidos que supongan adentrarse en cuestiones sobre la medida en que se acepta o no el denominado modelo kirchnerista.
Finalmente, en el marco de este argumento, se pretendería corroborar que el estancamiento y/o leve declinación de Massa obedece, precisamente, a un error de cálculo político, esto es: al no definir fehacientemente si estaría a favor o en contra del modelo K, terminó generando incertidumbre en parte de un hipotético electorado que exige que los candidatos definan en qué vereda están realmente. A mi juicio, esta lógica argumental resulta atendible aunque insuficiente para explicar los vaivenes del desempeño de Sergio Massa.
En cambio, me inclino por una hipótesis que, aunque simple y especulativa, quizá resulte la más verosímil: Sergio Massa surgió como una promesa de liderazgo emergente generando la expectativa de que la misma ya se haría visible desde la campaña. Pero la campaña, simplemente, no estuvo a la altura de la promesa. No ya por los aspectos de contenido sustantivos (v.g. sus definiciones políticas), sino por cierto estilo tendiente a la ausencia al que pareció autorrecluirse. Así, Massa parece haber adoptado la extraña idea de que los políticos trascendentes realizan su tarea sobrevolando una especie de Olimpo reservado a los líderes. En consonancia con la sentencia de “nosotros hacemos campañas hablando con la gente”, Massa parece haber decidido que alguien de su estatura no debe perder tiempo asistiendo a programas políticos, ni aceptando debates, ni dando discursos que toquen la fibra emocional de los votantes para que, luego, puedan ser replicados mediáticamente.
Quizás el corolario más curioso de este tramo de la campaña pueda sintetizarse así: como clara antítesis de Scioli, Massa irrumpió en la contienda como un político decidido a jugarse. Pero hoy los roles parecen invertidos: el entusiasmo militante y pasional que ha rejuvenecido a Scioli contrasta con cierta moderación exasperante que tiñe a Massa.
Para decirlo sin eufemismos en metáfora futbolera: Massa estaba por rematar el partido pero se replegó en la defensa. Ahora está intentando evitar el empate. Quizá le convenga recordar aquello de que no hay mejor defensa que un buen ataque.

*Director de Federico González y Cecilia Valladares Consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/De-victoria-comoda-a-final-incierto-20130804-0066.html