jueves, 18 de mayo de 2017

La polarización: ¿Realidad objetiva, ficción operativa o muletilla verbal? (Versión resumida)

Federico González

¿Existe realmente una polarización entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner?, ¿O se trata de una sentencia exagerada para expulsar a otros candidatos?
¿Es la polarización una realidad objetiva producto de una estrategia inteligente?, ¿O apenas un malentendido repetido de modo acrítico?
El entramado polarizante
En términos especulativos, pareciera que la intelligentsia de Cambiamos hubiera prescripto que Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y otros voceros del Gobierno “salgan a polarizar” con Cristina, para garantizar el triunfo electoral en octubre. Provista de una especie de “polarizómetro, esa inteligencia determinaría cuántos “decibeles polarizantes” habría que aplicar para asegurar el objetivo. Luego, algunos analistas convalidarían en los medios que la estrategia de la polarización es un éxito para el Gobierno.
¿Qué es realmente la polarización?
En el diccionario político “polarización” refiere a “situaciones donde las opiniones divergen hacia polos de igual distribución o intensidad”. También, al “proceso por el cual la opinión pública se divide en dos extremos opuestos”
Pero esa definición teórica deja indeterminada su operacionalización. Así, la ausencia de aquel “polarizómetro”, obliga a una apreciación de sentido común: la polarización debería reservarse a situaciones en que dos candidatos se reparten parejamente al menos un 80% del electorado.
Sin embargo, el término comenzó a utilizarse prematuramente pretendiendo avalarse con encuestas cuyos resultados distan ostensiblemente de ese patrón.
¿Polarización electoral ó ideológica?
Quizás la esencia del malentendido derive de utilizar expresiones ambiguas. Acaso quienes usan y abusan del término confunden polarización electoral con polarización ideológica. La primera referiría a una fragmentación bipolar de la intención de voto; la segunda apuntaría a la mentada “grieta”. En efecto, ésta alude mejor a la existencia de dos cosmovisiones políticas tan intensas y opuestas que resultan irreconciliables (antinomias como unitarios y federales, etc.)
Aunque ambas dimensiones estén relacionadas, eso no significa que las pasiones de la grieta tengan una réplica electoral. El hecho de que macristas y kirchneristas disputen como perros y gatos, no niega la existencia de otros ejemplares dentro de una fauna más vasta.
¿Polarización actual ó potencial?
Otra fuente de malentendidos radica en la confusión entre potencia y acto. Aseverar la existencia de polarización es distinto que señalar una tendencia. Lo primero es una sentencia taxativa de algo ya manifiesto; lo segundo es apenas una predicción conjetural.
¿Polarización real ó ilusoria?
La confusión entre acto y tendencia encubre otra más sutil: el deseo y la realidad. Ésta revela que el deseo de que haya polarización termina distorsionando las percepciones y generando una ilusión polarizadora. Se trataría entonces de una polarización ficcional, antes que auténtica o real.
¿Polarización real ó intencional?
Otra posibilidad es que esa ficción polarizadora no sea un malentendido ni una expresión de deseos, sino el producto de una intencionalidad política. No basta entonces analizar la dimensión semántica de la polarización, sino revelar su pragmática. Así, el uso hiperbólico e impropio del término termina generando la prescripción falaz de que solo existe una única disyuntiva inexorable: “Macrismo o Kirchnerisno”
¿Polarización precisa ó metáforica?
Otra posibilidad es que “polarización” no pretenda utilizarse de modo literal sino metafórico. Entonces no se utilizaría para indicar que el electorado esta auténticamente polarizado, sino para aludir a que solo dos agrupaciones políticas tendrían chances de ganar.
Pero si eso es lo que quiere decirse, el término “polarización” resulta claramente distorsivo, tendencioso y pasible de traducirse en profecía auto-cumplida.
¿Polarización reflexiva ó muletilla verbal”?
Tal vez resulte más prudente sustituir las visiones conspirativas por interpretaciones más simples. En efecto, bien podría resultar que parte de las confusiones analizadas obedezcan a razones pedestres: hablar de polarización acaso sea un hábito mental que se repite acríticamente sin reflexionar sobre su significado.
¿Polarización sustantiva ó jergafasia confusa?
Según el diccionario la “Jergafasia” es un “trastorno del lenguaje que se caracteriza por la sustitución de las palabras adecuadas por términos ininteligibles.”
En titulares recientes puede leerse: “Macri continúa polarizando con el kirchnerismo”, “Vidal polarizó con los gremios docentes”, “El gobierno salió a polarizar contra Cristina”, “Desde el Pro le sacan jugo a la polarización”, etc.
Ante semejante elocuencia resulta lícito preguntarse: ¿Qué quiere decirse exactamente?, ¿No existen expresiones más apropiadas para referirse a lo mismo?
Por cierto, podría decirse que “Macri radicalizó su discurso antiKirchnerista”; “Vidal se mostró intransigente con los gremios, a los que acusó de kirchneristas”, o que “Desde el Pro endurecen la confrontación con el Kirchnerismo, para lograr una polarización en octubre”
Sin embargo pareciera que hablar de polarización resultara más simple, breve, claro, contundente, moderno e inteligente. Acaso tanto como complicado, ambiguo, sesgado, engañoso, desatinado y falaz.
En síntesis, si polarización pretende significar que: “El Gobierno confronta con el Kirchnerismo pensando consolidar un posicionamiento diferencial que le permitirá lograr una polarización electoral beneficiosa en octubre”; entonces se comprendería cabalmente qué es lo que quiere decirse.
El problema es que, tal como se ha analizado, cuando se habla de polarización se termina diciendo otra cosa.
Conclusión:
Transcribo lo que sostuve en agosto de 2015 (cuando la declamada polarización solo apareció en el ballotage presidencial)
“Ciertamente, la tan mentada polarización podría, finalmente, transformarse en un hecho político irreversible. Aunque también los resultados de las PASO podrían, al fin, indicar que no era más que un mito orientado a expulsar antes de tiempo a otros candidatos. Pero, más allá de cuál sea el resultado real, eso no quita que haber decretado una polarización anticipada en base a pruebas insuficientes, resulta un hecho caprichoso y tendencioso.”

Federico González
Director de González y Valladares
Twitter: @fede1234 Blog: http://gonzalez-valladares.blogspot.com.ar/
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