domingo, 18 de mayo de 2014

La nueva amenaza para un gobierno jaqueado

Nuestra última encuesta sobre el escenario electoral confirma la tendencia ya observada en las anteriores: Sergio Massa encabeza la intención de voto a presidente con 27,6%, seguido de cerca por Daniel Scioli con 23,2% y Mauricio Macri con 17,5%.
 La única novedad que se agrega es la confirmación de que, en el marco del Frente para la Victoria, Florencio Randazzo aparece como un candidato alternativo con chances similares a las del gobernador. En efecto, si el ministro del Interior y Transporte fuera el candidato del FPV en lugar de Scioli, el resultado sería sumamente parejo, dado que alcanzaría un 22,5% contra el 26,6% de Sergio Massa. Adicionalmente, sobre la base de la misma encuesta, en caso de que el FPV decidiera presentarse en las PASO con Daniel Scioli y Florencio Randazzo (junto a otros cinco candidatos) se produciría un virtual empate entre ambos (en el interior de ese espacio, Scioli obtendría 39,1% y Randazzo 37,2%)
Varias son las razones que podrían explicar esa paridad. En primer lugar, desde la percepción de la ciudadanía, Daniel Scioli y Florencio Randazzo comparten una serie de atributos: son políticos serios, mesurados, dialoguistas y constructivos. Ninguno representa un ejemplar paradigmático de dirigente kirchnerista. Esto los convierte en candidatos potencialmente transversales, es decir, capaces de obtener votos por fuera del cada vez más reducido coto del FPV. Como contrapartida, tal fortaleza representa una debilidad dentro del propio espacio, donde no terminan de ser aceptados como “miembros puros”
Así, ambos soportan la cada vez más pesada mochila de ser considerados “kirchneristas invotables” por parte de la ciudadanía hostil a ese espacio político. Lo que determina que se encuentren atrapados en una especie de dilema estructural entre la lealtad y la conveniencia, del que ya es demasiado tarde para salir. Porque, si salieran, ganarían un voto transversal, pero perderían el que surge del núcleo duro del kirchnerismo; mientras que si se quedan –y a riesgo de no terminar siendo excomulgados por la cofradía– deberán ofrecer pruebas tan extraordinarias de pureza K que perderían casi todo el caudal transversal que, en otras circunstancias, podrían obtener.
Más allá de sus suertes conjuntas, lo cierto es que la buena noticia para Florencio Randazzo es muy mala para Daniel Scioli. El gobernador suma ahora un nuevo jaque a sus aspiraciones presidenciales. Además de la histórica hostilidad de la Presidenta y de sus “monjes negros”, y por si no bastara con las dificultades propias de una gestión que debe atender gravísimos problemas como inseguridad, pobreza y violencia social, el ex motonauta quizá deberá lidiar de ahora en más con las aspiraciones de alguien con suficiente pedigrí como para enfrentarlo desde adentro de ese impreciso espacio denominado PJ.

Pero quizás tanta adversidad no haga sino envalentonar el temple siempre resiliente de un hombre que se forjó superando infortunios. Porque con fe, con optimismo, con trabajo, con perseverancia, tal vez el gobernador pueda sobreponerse y terminar cumpliendo su viejo anhelo presidencial. O no.
Lo cierto es que, por ahora, a Scioli le salió un Randazzo. Y habrá que estar entonces a la altura de las circunstancias
*Director de González-Valladares Consultores.
http://www.perfil.com/columnistas/La-nueva-amenaza-para-un-gobierno-jaqueado-20140518-0022.html